
La terapia T-CAR, una innovación revolucionaria en el tratamiento oncológico, ha transformado el manejo de ciertas neoplasias hematológicas. Con la utilización de la ingeniería genética para editar los linfocitos T de un paciente para que ataquen a las células cancerosas, ofrece esperanza en casos en los que otros tratamientos han fracasado.
El método con T-CAR se ha ganado un reconocimiento bien merecido. Aunque el 38 % de los médicos encuestados en Sermo en relación con la terapia T-CAR la ven como un paso prometedor hacia los tratamientos potencialmente curativos, el 26 % se muestra escéptico y el 22 % se mantienen neutros.1 ¿Qué hay detrás de esta incertidumbre?
Si bien la terapia T-CAR ha dado lugar a éxitos notables, no está libre de limitaciones. Los fracasos, los efectos secundarios adversos y los problemas relacionados con la accesibilidad generan preocupación. En este artículo examinamos minuciosamente las opiniones de la comunidad Sermo sobre este tratamiento.
Dificultades a las que se enfrentan los médicos cuando la terapia T-CAR fracasa
La terapia T-CAR tiene presenta dificultades en diferentes dimensiones, que van desde las limitaciones biológicas hasta los problemas relacionados con la accesibilidad. Para los médicos, los siguientes obstáculos crean dificultades importantes para obtener resultados eficaces y uniformes.
La seguridad a largo plazo
La seguridad a largo plazo sigue siendo una preocupación importante en relación con la terapia T-CAR.
En una encuesta de Sermo se desveló que solo el 27 % de los oncólogos se sienten muy seguros con su seguridad, mientras que el 34 % se sienten seguros, el 28 % se sienten seguros en cierto modo y el 7 % ligeramente seguros. Y el 4 % indicó no sentir ninguna seguridad.1
El riesgo de que se produzcan efectos secundarios graves, como el síndrome de liberación de citocinas (SLC) y el síndrome de neurotoxicidad asociado a células inmunoefectoras (ICANS), resalta la necesidad de mantener el optimismo con cautela.2
En una conversación sobre su viabilidad a largo plazo, un miembro de Sermo especializado en oncohematología destacó que «La terapia T-CAR puede ser complicada y, en última instancia, es más inmunosupresora que los autotrasplantes,3«. Otro pediatra de Sermo destacó su naturaleza dual, aduciendo que «El uso de la terapia T-CAR se puede asociar con efectos secundarios graves e incluso potencialmente mortales, pero estas toxicidades se deben analizar en el contexto del cociente riesgo/beneficio.3«
Aunque sus beneficios son innegables, es necesario un optimismo con cautela, ya que los médicos sopesan su potencial para salvar vidas con los riesgos y siguen buscando avances para mejorar su perfil de seguridad.

Accesibilidad y coste
La accesibilidad es uno de los principales obstáculos de la terapia T-CAR. Solo el 20 % de los pacientes aptos puede acceder a este tratamiento que salva vidas debido a la complejidad de su fabricación, su administración y sus coste elevado.4
«Solo porque Medicare ‘lo cubre’ no significa que el paciente encontrará un centro o un médico para que lo ofrezca. Medicare raciona del tratamiento de manera encubierta,3» explicó un miembro de Sermo de medicina de familia. Otro médico se cuestiona «¿Qué centros recibirán los pagos para hacerlo?3«, señalando que existen desigualdades sistémicas.
En lo que se refiere al coste, la terapia T-CAR por lo general tiene un coste por encima de los 400 000 USD por sesión,5 con un coste total, incluido el ingreso hospitalario y la atención relacionada, que puede superar el millón de dólares. Estas cifras no hacen más que aumentar los llamamientos a una mejor regulación. «El problema no son las terapias innovadoras que salvan vidas. El problema es que las empresas farmacéuticas tienen una autoridad sin control en los Estados Unidos para establecer el precio de sus tratamientos de una manera tan ridícula como quieran,3» señaló otro médico en Sermo.
A pesar de estas dificultades, el 45 % de los oncólogos de Sermo creen que los resultados de la terapia T-CAR justifican los costes. Sin embargo, el 38 % dice que depende de cada caso y el 20 % cree que los costes no son razonables.1 Para muchos, plantea dilemas éticos sobre la equidad en la atención y la priorización del gasto sanitario.
Por lo tanto, el coste prohibitivo de las terapias T-CAR y su disponibilidad limitada destacan una necesidad crítica de cambios sistémicos para mejorar la accesibilidad y la asequibilidad.
Grado de preparación del sistema sanitario
Las cuestiones logísticas de la terapia T-CAR muchas veces son abrumadoras para los sistemas sanitarios. Cuando preguntamos sobre el grado de preparación, el 32 % de los médicos de Sermo estaba en desacuerdo, diciendo que el sistema no está suficientemente preparado, mientras que el 23 % estaba muy en desacuerdo. Solo el 16 % estaba de acuerdo con que el sistema sanitario está bien equipado para manejar las complejidades de la terapia T-CAR, y el 29 % restante indicó no estar seguro.1
«Las necesidades no tienen fin, especialmente en la atención sanitaria. Para controlar los costes, hay que planificar y contener los gastos,3» sugirió que un miembro de Sermo de medicina interna. Otro médico de medicina interna enfatizó la importancia de tener estrategias claras: «¿Cómo puede poner precio una empresa a un tratamiento?3» Este sentimiento subraya la necesidad de esfuerzos colaborativos entre los responsables políticos, los profesionales de la salud y los fabricantes para racionalizar la implementación de las terapias T-CAR.
Formación y educación
Una formación adecuada para la terapia T-CAR es otro problema.
Según los datos de Sermo, solo el 15 % está muy de acuerdo con que la educación y la formación son excelentes, mientras que el 24 % aceptan que son adecuadas. Un notable 30 % se muestra neutro, lo que indica que hay mucho margen de mejora, mientras que el 21 % está en desacuerdo con que la formación alcance los niveles necesarios.1
«No estoy seguro de que haya suficiente formación sobre la terapia T-CAR, especialmente en los países en vías de desarrollo,6» señaló un cirujano general. Las lagunas en la educación no solo dificultan la eficacia del tratamiento, también influyen en su seguridad. Esto significa que reducir esas lagunas en la educación es esencial para garantizar un uso eficaz y seguro de la terapia T-CAR, especialmente en ámbitos en los que los recursos están limitados.
Opciones tras el tratamiento con T-CAR: ¿cuáles han sido los siguientes pasos para los oncólogos de Sermo?
¿Qué pasa cuando la terapia T-CAR fracasa?
Cuando la terapia T-CAR fracasa, los oncólogos deben gestionar una serie compleja de opciones para adaptar los siguientes pasos a sus pacientes. Los comentarios de la comunidad solo para médicos de Sermo señalan una orientación práctica hacia el aprovechamiento de los tratamientos más avanzados, estrategias específicas para cada paciente y la investigación innovadora.

Exploración de segundas infusiones e inmunoterapia
En algunos pacientes se considera hacer una segunda infusión de T-CAR si el tratamiento inicial muestra una eficacia parcial o si los linfocitos T-CAR se agotan rápidamente.
Como se señala un médico de familia, “Los avances actuales en inmunoterapia y medicina personalizada, especialmente la terapia T-CAR 19, son prometedores y justifican la investigación continuada.3”
Este optimismo subraya el potencial que tiene refinar las terapias T-CAR o complementarlas con anticuerpos biespecíficos como el epcoritamab, lo que mejora el reconocimiento por parte de los linfocitos T de las células cancerosas.
Siguientes pasos tras la terapia T-CAR: la vía de los ensayos clínicos
Cuando los tratamientos existentes no son suficientes, los ensayos clínicos ofrecen a los pacientes el acceso a opciones experimentales.
Un oncólogo miembro de Sermo reflexiona lo siguiente “Los pacientes oncológicos suelen estar más dispuestos a aceptar los nuevos tratamientos y los ensayos clínicos, especialmente cuando los tratamientos convencionales parecen ser inadecuados.3”
Esta apertura a la innovación no solo amplía las posibilidades terapéuticas, también impulsa el avance en el desarrollo de tratamientos que pueden beneficiar a los futuros pacientes.
Manejo del fracaso con la terapia T-CAR: trasplantes de progenitores hematopoyéticos
Para los pacientes con linfomas agresivos o cánceres refractarios, los trasplantes de progenitores hematopoyéticos siguen siendo una opción curativa viable.
Como señala un médico de familia, “El trasplante de progenitores hematopoyéticos normalmente se reserva para los casos agresivos después de una remisión incompleta o en caso de recidiva.3”
Aunque son algo intenso, estos trasplantes ofrecen esperanza a los pacientes que han agotado las alternativas menos invasivas.
¿Cómo equilibran los médicos el tratamiento y la calidad de vida?
Para el 68 % de los oncólogos de Sermo, el principal objetivo es recuperar el control de la enfermedad, detener el avance del tumor y restaurar la capacidad de respuesta al tratamiento, lo cual es fundamental para mejorar los resultados en los pacientes. Por otro lado, el 18 % se centra en mantener la calidad de vida, tratando de asegurar que los tratamientos minimicen los efectos secundarios y se ajusten al estilo de vida del paciente. Otro 11 % da prioridad a superar la resistencia a las terapias iniciales, buscando soluciones innovadoras para abordar el fracaso del tratamiento.7
La supervisión a largo plazo es otro elemento esencial: los médicos deben hacer un seguimiento para detectar si se producen cánceres secundarios y vigilar el bienestar físico, cognitivo y psicológico del paciente. Aproximadamente un 20 % de los pacientes sufren síntomas persistentes,8 que dan lugar a planes de atención individualizados para abordar estos temas.
Los oncólogos de Sermo están de acuerdo con que el equilibrio entre un tratamiento eficaz y la calidad de vida requiere un enfoque personalizado, apoyo psicológico y comunicación transparente para facultar a los pacientes para la toma de decisiones relativas a su atención.

Conclusiones
La terapia T-CAR tiene un potencial revolucionario pero se enfrenta a cuestiones de seguridad, accesibilidad y coste.
Cuando fracasa, las opciones incluyen una segunda infusión, la inmunoterapia y los ensayos clínicos, y a menudo requieren estrategias personalizadas.
Los médicos de Sermo tratan de equilibrar los tratamientos eficaces con la calidad de vida de los pacientes, destacando la innovación continua, la formación y las reformas sistémicas para mejorar la asequibilidad, la accesibilidad y los resultados en los pacientes
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Footnotes
- Sermo, 2024. ¿Hay que rediseñar las T-CAR? El difícil camino hacia el éxito de las terapias celulares. Comunidad de Sermo [Foro online privado].
- Sermo, 2024. Los linfocitos T-CAR curan a pacientes con leucemia, dicen los médicos. Comunidad de Sermo [Foro online privado].
- Miembro de Sermo, 2024. Comentario en Los linfocitos T-CAR curan a pacientes con leucemia, dicen los médicos. Comunidad de Sermo [Foro online privado].
- College of American Pathologists (CAP), 2024. T-CAR cells: Therapies, opportunities, and challenges.
- Author(s), 2024. Title of the article. JNCI Cancer Spectrum, 8(4)
- Miembro de Sermo, 2024. Comentario en ¿Hay que rediseñar las T-CAR? El difícil camino hacia el éxito de las terapias celulares. Comunidad de Sermo [Foro online privado].
- Sermo, 2024. Sondeo de la semana: ¿Cómo tratas a las pacientes con cáncer de mama avanzado HR+/HER2−? [Dataset 1337073]. Comunidad de Sermo.
- American Society of Hematology (ASH), 2023. A promising outlook: CAR-T cells improve patient quality of life.