
La integración de la Inteligencia Artificial (IA) en el ámbito de la atención sanitaria es recibida con aplausos y con dudas como tendencias dominantes. En un sondeo reciente en la comunidad de Sermo, el 68 % de los médicos reconoce el papel de la IA en el aumento de la eficiencia en la radiología; sin embargo, la incertidumbre persiste para el 45 % en relación con su precisión en el diagnóstico clínico1.
Esta divergencia subraya el abismo existente entre las capacidades latentes de la IA y sus limitaciones actuales. ¿Por qué brilla la IA en ciertas áreas y flaquea en otras? ¿Y qué implicaciones tiene esto en su posición futura en la atención sanitaria?
Sumérgete en este artículo en el que exploramos la posición actual de IA en la atención sanitaria, abordamos los dilemas morales relacionados y debatimos cómo pueden prepararse los profesionales de la salud para adoptar completamente esta tecnología en el futuro.
Conoce la IA y su aplicación actual en la atención sanitaria

En la atención sanitaria, la IA genera software y algoritmos para replicar la cognición humana, analizar minuciosamente datos desconcertantes y reforzar la toma de decisiones. Por el momento, la IA ha entrado en varias áreas: diagnósticos, involucración de los pacientes y eficiencia administrativa2. Sermo ya ha estudiado previamente cómo ha afectado esto el campo de la psiquiatría en particular, y aunque muchas de esas reflexiones son relevantes a día de hoy, se han producido muchos cambios desde el 2019.
Identificación de las ventajas y los retos de la IA en la atención sanitaria
Una mirada más detallada a los puntos fuertes y los puntos débiles de la IA ofrecerá ideas sobre las áreas críticas en las que los profesionales de la salud deben invertir sus esfuerzos para integrar la IA de manera eficaz en su práctica médica, y mejorar la atención al paciente.
La IA tiene más capacidad en las tareas administrativas que en las clínicas

La IA se ha mostrado muy prometedora en lo relativo a la reducción de las trabas administrativas de la atención sanitaria. Tareas como la programación de citas, la automatización de las historias clínicas y el manejo de los resultados de laboratorio se ha simplificado, lo que deja más tiempo a los proveedores para la atención al paciente.
El 50 % de los médicos encuestados afirman que la IA ayuda a reducir la carga de los trabajos administrativos1. Las herramientas con IA, como la automatización de procesos robóticos (RPA), se encargan de tareas como la actualización de las historias clínicas y la facturación2. Por ejemplo, una app de IA gestiona el triaje del servicio de urgencias para más de 1,2 millones de personas en el norte de Londres (Reino Unido).
Sin embargo, a pesar de estas victorias, el 45 % de los profesionales de la salud manifiestan tener temores en relación con la fiabilidad de la IA en el diagnóstico clínico1. Aunque que la IA prospera en tareas como el almacenamiento en archivos, en las áreas que requieren una toma de decisiones compleja titubea.
Conclusión: la IA funciona de manera eficiente en las tareas monótonas, generando tiempo para la atención del paciente. Sin embargo, su aplicación a la toma de decisiones clínicas debe considerarse como una herramienta de apoyo, más que como una sustitución del juicio humano.
La IA médica podría causar negligencias profesionales si no se vigila estrictamente
La IA plantea posibles problemas legales. Si la IA interpreta mal los resultados de las pruebas o comete errores diagnósticos, no queda claro quién es el responsable: ¿el médico o la IA? Una parte importante de los profesionales encuestados, el 35 %, manifiesta tener preocupaciones en torno a la toma de decisiones con IA, temen que los médicos tengan pagar más por el seguro de negligencia profesional, lo que puede aumentar sus costes1.
Un problema adicional es la falta de empatía de la IA, que es esencial para la atención al paciente. Según la misma encuesta, el 83 % de los profesionales sanitarios consideran que la empatía es una preocupación en relación con el uso futuro de la IA. Creen que los pacientes serán reacios a confiar en la IA cuando se trate de decisiones delicadas. La supervisión humana constante se considera como algo indispensable durante las consultas para mantener la confianza2.
Conclusión: a partir de la noción de que la IA sirve como herramienta de apoyo, no como sustitución, los profesionales de la salud deben mantener una vigilancia rigurosa para garantizar los estándares éticos y estar presentes en las consultas para garantizar la confianza del paciente3.
El diagnóstico médico por IA podría llegar en el futuro, no ahora

La IA ha demostrado logros importantes en áreas especializadas como la radiología y la dermatología. El 68 % de los profesionales sanitarios aceptan que la IA reduce el tiempo de evaluación en la radiología1, mejorando la precisión diagnóstica. Las herramientas de IA han identificado de manera efectiva patologías, como regiones cancerosas y han guiado ensayos clínicos, lo que hace que sean beneficiosas en la medicina de precisión2.
Sin embargo, la IA tiene sus limitaciones. Por ejemplo, el 30 % de los médicos encuestados siguen teniendo dudas en relación con la capacidad de la IA para manejar decisiones clínicas complejas1. Esto está influido en gran parte por el funcionamiento falto de uniformidad de la IA en casos con matices, lo que plantea problemas para su uso clínico más amplio. Por ejemplo, Watson for Oncology, de IBM, ha recibido críticas por ofrecer sugerencias de tratamientos que contradecían las opiniones de expertos en casos de cánceres raros o complicados4.
Conclusión: la IA muestra tener mucho potencial para tareas específicas, pero requiere vigilancia humana y una integración cuidadosa en entornos clínicos complejos para garantizar que los resultados sean seguros y eficaces.
Es poco probable que la IA médica sustituya trabajos a corto plazo, pero podría democratizar la atención sanitaria
El posible papel de la IA en el desplazamiento de puestos de trabajo en la atención sanitaria plantea preocupaciones. Sin embargo, el 62 % de los médicos encuestados creen que la IA puede reducir los costes y mejorar la accesibilidad, pero puede aumentar el riesgo de que se pierdan empleos1. A pesar de las preocupaciones que genera que la IA pueda sustituir funciones en campos como la radiología, los expertos prevén que este cambio será gradual debido a los obstáculos de carácter normativo y técnico2.
La IA debería considerarse como un medio para llenar lagunas en regiones con escasez de profesionales sanitarios, y no como una amenaza para el empleo.
En las regiones con una prevalencia alta de la tuberculosis, por ejemplo, la IA ha demostrado su eficacia en la interpretación remota de radiografías, lo que proporciona un apoyo crítico cuando la experiencia humana escasea3. Se considera que la IA no sustituye a los médicos sino que los complementa, lo que les permite centrarse en las tareas que requieren empatía y un juicio de valor3.
Sin embargo, el acceso a la IA sigue siendo un reto significativo cuando se quiere utilizar su potencial completo en las regiones más desatendidas. Aunque el 55 % percibe la IA como una herramienta que mejora la eficiencia ambulatoria1, muchas áreas carecen de los recursos para implementar estas tecnologías.
Conclusión: la IA tiene potencial para aliviar la presión a la que se ven sometidos los trabajadores. Pero para evitar el empeoramiento de las desigualdades sanitarias globales y el desplazamiento de los puestos de trabajo, los esfuerzos deben concentrarse en mejorar las aptitudes profesionales y proporcionar soluciones de IA asequibles y escalables para las regiones de pocos recursos.
La privacidad de los datos sigue siendo una preocupación para la IA generativa en la atención sanitaria
El papel de IA en la atención sanitaria pone en primer plano preocupaciones como la responsabilidad y la privacidad: el 50 % de los médicos encuestados se declara receloso en relación con la protección de datos de los pacientes1. La precisión de los sistemas de IA depende de una cantidad ingente de información de los pacientes, lo que da lugar a preocupaciones relacionadas con la privacidad si se compromete la seguridad de los datos.
Además, la naturaleza de «caja negra» de muchos sistemas de IA, donde los datos de entrada y el proceso de toma de decisiones no siempre son transparentes, hace que sea difícil entender cómo se sacan las conclusiones, lo que debilita la confianza en los resultados de la IA5.
Conclusión: los profesionales de la salud deben promover reglamentos que garanticen la transparencia, la responsabilidad y el uso responsable de la IA, asegurando que complementa el cuidado humano sin producir una pérdida de confianza.
El futuro de la IA en la medicina

Aunque la IA es valiosa, especialmente para la administración, los profesionales de la salud deben reconocer su potencial a la vez que deben garantizar que el juicio de valor, la ética y la empatía humanas mantengan su posición central en la atención al paciente.
Según avanza la IA, especialmente la IA generativa, los profesionales deben prepararse para la función que desempeñará en la atención y en la toma de decisiones personalizadas.
Dado que los médicos ven la IA de manera más favorable en sus vidas personales que en las profesionales, es necesaria una integración cuidadosa para asegurar que la IA complementa, no sustituye, la experiencia sanitaria.
De cara al futuro,
- mantente informado: permanece al día de las tendencias de la IA en la atención sanitaria.
- Involúcrate: participa en comunidades sanitarias como Sermo para conocer cómo usan tus compañeros la IA para mejorar la atención al paciente.
Footnotes
- Sermo
- Davenport T, Kalakota R. The potential for artificial intelligence in healthcare. Future Healthc J.
- Buch VH, Ahmed I, Maruthappu M. Artificial intelligence in medicine: current trends and future possibilities. Br J Gen Pract.
- Advisory Board
- Health Foundation