
Tras la Segunda Guerra Mundial, la devastación de los conflictos mundiales puso de manifiesto la necesidad de un organismo internacional de salud pública cooperativo. En la Conferencia de la ONU de 1945, China, Brasil y Noruega propusieron dicha organización sanitaria mundial, lo que dio lugar a la Conferencia Sanitaria Internacional, en la que 61 naciones firmaron la Constitución de la OMS el 22 de julio de 1946.
La OMS se dedica a la difícil pero vital tarea de mejorar la salud mundial. Sus funciones incluyen coordinar las respuestas a los brotes, establecer normas y estándares médicos internacionales, fortalecer los sistemas sanitarios y ayudar a los países a prepararse para futuras pandemias. Sin embargo, la OMS ha sido objeto de críticas recientemente, afirmando que la organización fracasó en su respuesta al COVID-19. Los médicos de Sermo están divididos sobre si la OMS sigue siendo capaz de dirigir las crisis sanitarias mundiales. En una encuesta reciente de Sermo, el 51% dijo que la OMS es «apta para el propósito», el 31% dijo que «no», y el 18% no estaba seguro.
Los miembros de Sermo ofrecen puntos de vista muy opuestos:
«La OMS se ha convertido en una farsa. Parece estar en venta al mejor postor o a la entidad política más poderosa. La forma en que gestionó el problema del COVID es una vergüenza para la medicina. Necesitamos reformar totalmente la OMS». – Médico de Medicina Familiar
«La OMS sigue siendo esencial para la salud mundial, pero necesita una reforma urgente. Desempeña un papel clave en la coordinación, el control de enfermedades y el establecimiento de normas, pero lucha contra la influencia política, la autoridad limitada y la lentitud de las respuestas.» – Residente, Medicina General
«No creo que haya nada que pueda hacerse de forma realista para mejorar la OMS, aunque si realmente pudiera haber una mayor transparencia y responsabilidad, eso supondría alguna pequeña diferencia. Sin embargo, el Dr. Tedros no es médico, y la OMS se aferra al poder de tomar todas las decisiones médicas para todas las naciones, y no creo que la OMS sea realmente reformable.» – Psiquiatra
«No tiremos al niño con el agua de la bañera. La OMS es una organización importante. Le vendrían bien más fondos y recursos y más independencia de la política para recuperar la confianza.» – Médico de Medicina General
Este artículo explora las profundas divisiones que existen entre los médicos respecto a la eficacia y el futuro de la OMS, ofreciendo ideas sobre las peticiones de reforma frente a las de sustitución, el impacto de la influencia política y la financiación, y lo que pueden hacer los médicos para dar forma a políticas sanitarias mundiales más receptivas.
Pide reforma frente a sustitución
Estados Unidos conmocionó al mundo al anunciar su proceso de retirada de la OMS en enero de 2025. Trump citó la falta de rendición de cuentas, el despilfarro de fondos, la lentitud de la respuesta y las injerencias políticas como principales razones para la salida. Los expertos advierten de que estas decisiones podrían reducir la capacidad de la OMS y causar hasta 14 millones de muertes evitables, y el 75% de los médicos encuestados prevén un impacto negativo de moderado a profundo.
A la pregunta de qué debería hacerse con la OMS, el 47% de los médicos exige una reforma urgente, frente al 11% que pide su sustitución total y el 31% que dice que siga como está. Las principales prioridades de reforma son una mayor transparencia, más independencia de la política nacional y una respuesta operativa más rápida.
Los materiales presupuestarios y de resultados a medio plazo para 2024-2025 de la OMS hacen hincapié en los avances en la rendición de cuentas, pero también en la continua necesidad de una financiación más predecible y flexible para actuar con rapidez cuando cambien las necesidades sanitarias. Traducción: menos asignaciones y más financiación básica.
Al introducir la IA, muchos médicos quieren que la OMS lidere la adopción segura y equitativa de la IA, estableciendo normas para el control de los sesgos, la validación clínica y la gobernanza de los datos. La Guía de Sermo sobre la IA en la asistencia sanitaria muestra dónde ven ya valor los médicos (como el triaje, la documentación o la automatización del flujo de trabajo) y dónde se necesitan barandillas para proteger la seguridad y la privacidad de los pacientes a medida que se acelera su adopción.
Algunos médicos, sin embargo, sostienen que la sustitución es la única cura. Una revisión del alcance de 2025 catalogó las críticas comunes a la actuación de la OMS ante la pandemia: retrasos, fallos de comunicación, limitaciones de gobernanza y lagunas de transparencia, lo que sugiere que sigue habiendo problemas estructurales. Los clínicos que sigan esta línea argumental «Trump-Organización Mundial de la Salud» deberán observar los resultados presupuestarios, la financiación puente de otros Estados miembros y si las reformas financieras pueden salvar a la organización.
El problema de la política, el poder y la financiación
En nuestra encuesta Sermo, el 47% de los médicos encuestados señalaron la influencia política como la principal limitación de la OMS; el 21% citaron la autoridad limitada para hacer cumplir las directrices; el 15% citaron la lentitud de las respuestas durante las crisis sanitarias mundiales; y el 11% señalaron la financiación insuficiente.
Aunque el 62% de los médicos encuestados están de acuerdo en que países como EE.UU. pueden y deben ayudar a proporcionar ayuda y apoyo al desarrollo para la estabilidad mundial, cuando la política y la financiación se entremezclan, las prioridades pueden radicalizarse. Las medidas de Trump de retirarse de la OMS y reducir la financiación de las agencias de la ONU podrían desestabilizar los programas sanitarios mundiales, ya que EE.UU. es uno de los principales donantes. Expertos en salud pública de la Universidad Johns Hopkins señalaron igualmente las consecuencias para el establecimiento de normas, las cadenas de suministro y la ejecución de programas si disminuye el apoyo estadounidense.
En la clínica, la política, el poder y la financiación no son abstractos: es la diferencia entre un suministro estable de fármacos frente a la falta de existencias, la detección constante de casos de TB frente al retroceso y las alertas oportunas de brotes frente a los ciclos de desinformación de los medios de comunicación. El análisis de Sermo sobre los costes subraya cómo estos macrofactores repercuten en la práctica diaria: el 63% de los médicos afirmaron tener en cuenta el coste de la asistencia «todo» o «la mayor parte» del tiempo (el 23% «siempre», el 40% «la mayor parte del tiempo»), lo que pone de relieve cómo la presión de los recursos determina las decisiones de tratamiento en las clínicas reales.
Cuando los pacientes se enfrentan a costes más elevados, retrasan la atención, se saltan las reposiciones y regatean con su plan de tratamiento. Eso no es «toma de decisiones compartida», es supervivencia. Los médicos se enfrentan a esta realidad todos los días.
Para muchos médicos, si la salud mundial fuera una noche de guardia, la OMS sería el residente de cobertura cruzada, indispensable cuando las cosas se tuercen, pero a menudo localizado, infradotado, restringido por la política monetaria y, en ocasiones, llegando tarde a la cabecera del enfermo.
La confianza en el liderazgo de crisis sigue siendo baja
Sólo el 11% de los médicos de la encuesta Sermo dijeron tener «mucha confianza» en la capacidad de la OMS para dirigir la próxima crisis sanitaria mundial; el 30% no confía y el 14% no confía en absoluto. Las revisiones académicas se hacen eco del sentimiento: la respuesta de la OMS al COVID-19 suscitó críticas en seis temas: retrasos en la respuesta, fallos en la comunicación, equidad de las vacunas, coordinación mundial, límites de la gobernanza y transparencia.
Los críticos también se fijan en brotes anteriores y en la lentitud de las respuestas de la OMS. Durante la oleada de Mpox de 2022-2024, los médicos de Sermo informaron de una baja exposición directa a los casos (sólo el 19% vio casos), pero una gran preocupación por la propagación, con un 51% que confiaba en que el Mpox podría alcanzar la categoría de pandemia si no se controlaba, lo que capta la tensión de primera línea entre la vigilancia y la incertidumbre. La OMS y sus socios han mejorado en varias áreas operativas desde COVID-19, pero los rápidos cambios de orientación y las definiciones cambiantes de los casos siguen poniendo a prueba la confianza a pie de cama.
Quizá la mejor forma de resumirlo sea en Sermo, donde un cardiólogo escribe: «Las recomendaciones de la OMS durante la pandemia de COVID fueron claramente inadecuadas. Aunque era difícil, no tuvieron en cuenta las situaciones y necesidades de cada país y emitieron la misma directiva para todos. No es el único ejemplo, pero sí uno de los más relevantes. Entre otras cosas, no la considero una organización moderna. La medicina avanza, las comunicaciones avanzan, y la OMS sigue siendo demasiado clásica y conservadora».
¿Qué haría que la OMS fuera adecuada para su propósito?
Basándonos en los datos de la encuesta de Sermo a más de 1.000 médicos y en una síntesis de las opiniones de los médicos de nuestra comunidad, hay tres remedios principales para la OMS:
1) Independencia de la política nacional (30%)
A muchos médicos les preocupa que la OMS se haya convertido en una herramienta política, secuestrada por los políticos para difundir su propia agenda. La mayoría está de acuerdo en que los estados miembros deben mejorar las operaciones y el impacto aumentando las contribuciones asignadas y reduciendo las asignaciones específicas, de modo que la OMS pueda asignar según las necesidades, no según las preferencias de los donantes. Los propios informes de la OMS insisten en lo mismo: una financiación previsible, resistente y sin sesgos es la palanca de la agilidad.
Como explica un cardiólogo en Sermo, «en mi opinión, la OMS está dirigida políticamente, no con fines médicos. Como médico, no sigo las recomendaciones o directrices de la OMS, pero sí las de las sociedades científicas de cada especialidad médica (por ejemplo, en Cardiología, la AHA en EEUU, la SAC o FAC en Argentina, la SEC en España, etc.)…»
2) Mayor transparencia (20%)
Los médicos quieren una justificación más clara de los cambios de orientación en función del tiempo y acciones basadas en pruebas más visibles. La revisión del alcance de 2025 muestra por qué: las lagunas de transparencia socavan la confianza, incluso cuando las recomendaciones son en última instancia acertadas.
Un miembro de Sermo y médico geriatra explica: «demasiada corrupción, política, y [hay] cada vez menos confianza en ellos como organización».
De esta actitud se hace eco un psiquiatra en Sermo: «No creo que haya nada que pueda hacerse de forma realista para mejorar la OMS, aunque si realmente pudiera haber una mayor transparencia y responsabilidad, eso supondría alguna pequeña diferencia. Sin embargo, el Dr. Tedros no es médico, y la OMS se aferra al poder de tomar todas las decisiones médicas para todas las naciones, y no creo que la OMS sea realmente reformable.»
3) Más participación de los médicos de primera línea (17%)
Más allá de la independencia política y de una mayor transparencia, los médicos abogan por un papel más directo en la configuración de las estrategias sanitarias mundiales. Un médico de Medicina Interna explica: «Se necesita una participación más real, con miembros que estén en contacto con los problemas sanitarios reales. Más independencia de los sistemas políticos y más objetividad en la elaboración de los informes. Debe recuperar credibilidad y solvencia».
Ampliar el acceso a la asistencia sanitaria requiere una política, una tecnología y una mano de obra integradas. Los médicos abogan por paneles de la OMS más completos y consultivos, que incluyan a médicos comunitarios, hospitalistas, médicos de urgencias, cirujanos y farmacéuticos de salud pública (los que saben en qué estantería se encuentra realmente la vacuna). Las ideas de primera línea son el punto de encuentro entre la política y la realidad.
El futuro de la OMS: ¿abandonar, reformar o reimaginar?
Entonces, ¿están contados los días de la OMS? Una minoría aboga por su sustitución, con la esperanza de que una nueva entidad sea menos política y más ágil. Otros insisten en que la reforma es necesaria y realista, sobre todo si los Estados miembros protegen la ciencia de los vientos políticos y financian la OMS como un bien público mundial.
El 47% de los médicos cree que la OMS necesita una reforma urgente, mientras que el 31% está de acuerdo en que la OMS funciona bien y debería seguir como está, y el 11% afirma que la OMS debería ser sustituida por una nueva organización.
Varios hechos conforman este espacio de decisión:
- La gobernanza y el mandato de la OMS se asientan en las estructuras de la ONU; sustituirla llevaría años, mientras los agentes patógenos siguen propagándose rápidamente.
- Los grandes cambios de política de los Estados miembros -como las medidas de retirada de EEUU en 2025- tienen implicaciones operativas inmediatas y drásticas para los programas globales.
- En 2025 se adoptó un nuevo acuerdo sobre pandemias; los organismos de control lo calificaron de «histórico, pero defectuoso», e instaron a que se reforzaran las disposiciones sobre derechos humanos y rendición de cuentas para que fuera viable para los médicos y las comunidades.
Para los médicos, la implicación es clara: su voz importa. Como embajadores en sus comunidades y como expertos que ven las consecuencias de la política sanitaria global a las 2 de la mañana en urgencias, los médicos están en una posición única para dar forma a reformas más inteligentes. En Sermo, los médicos traducen habitualmente la política a la práctica, debatiendo la ampliación del acceso, destacando los obstáculos y proponiendo soluciones prácticas.
Lo más importante
La mayoría de los médicos encuestados creen que la OMS sigue siendo esencial, pero necesita una reforma urgente, sobre todo para reducir la influencia política, aumentar la transparencia e implicar a los médicos de primera línea. Aunque un grupo más reducido pide su sustitución, la reforma es la vía mayoritaria para restablecer la confianza y reforzar la preparación mundial.
Los médicos deben liderar la carga para ayudar a salvar a la OMS. Al amplificar sus voces en Sermo, los médicos abogan por una OMS más ágil, responsable y que refleje verdaderamente las necesidades sanitarias mundiales. Esta comunidad de expertos es vital para forjar un futuro más resistente y equitativo para la salud pública mundial.
Preguntas más frecuentes
La OMS coordina las directivas sanitarias internacionales, establece normas, vigila las amenazas y apoya a los países en la respuesta a las crisis.
Los médicos citan la influencia política, la lentitud de las respuestas y las restricciones financieras que limitan los resultados efectivos. Las revisiones independientes de los resultados de la pandemia y los propios informes de la OMS se hacen eco de estas preocupaciones.
En teoría es posible, pero la sustitución sería lenta y arriesgada durante las amenazas activas. Muchos expertos y médicos consideran que las reformas selectivas y la financiación protegida son la solución más realista a corto plazo.