
Un asombroso 2 de cada 3 médicos de Sermo afirman que una formación inadecuada en la facultad de medicina afecta negativamente a su confianza clínica o a la toma de decisiones. Todos los médicos saben que los estudios de posgrado te preparan para diagnosticar enfermedades, interpretar análisis y gestionar crisis. Pero cuando entras en la práctica, enseguida te das cuenta de que los conocimientos clínicos son sólo una parte de la ecuación.
Unmédico generalista comparte lo que la mayoría de los médicos sienten al graduarse: «La facultad de Medicina me dio las herramientas clínicas, pero casi nada sobre el sistema que las rodea».
Sermo es una comunidad de expertos donde los médicos comparten experiencias, buscan consejo y llenan lagunas de conocimiento sobre todas las cosas que no te enseñaron en la facultad. Si te sientes conmocionado por ejercer en el mundo real, únete a la conversación con otros médicos para adquirir conocimientos prácticos y apoyo que la educación médica tradicional pasa por alto.
Este artículo explora áreas críticas que la facultad de medicina no te enseña, ayudando a los médicos a traducir los conocimientos teóricos en experiencia práctica.
Por qué la facultad de medicina deja lagunas en la práctica real
A pesar de la evolución de la formación médica, sigue teniendo deficiencias. Aunque los planes de estudios incluyen la nueva medicina basada en la evidencia y la seguridad del paciente, a menudo no abordan las realidades cotidianas: la difícil comunicación con el paciente, la negociación de contratos, la gestión del agotamiento, la comprensión de los modelos de reembolso y la navegación por los sistemas sanitarios.
La facultad de medicina prepara inadecuadamente a los estudiantes para la práctica clínica del mundo real, al hacer hincapié en la certeza y el pensamiento lineal por encima de la incertidumbre y la complejidad inherentes a la atención real al paciente. Esto crea desafíos cuando los graduados se encuentran con la naturaleza ambigua y variable de los entornos clínicos.
El 53% de los médicos encuestados en Sermo consideran que estas lagunas formativas afectan ocasionalmente a su toma de decisiones. El 15% está de acuerdo en que estos puntos ciegos repercuten en su confianza clínica, mientras que sólo el 11% considera que esto no tiene ningún efecto en su toma de decisiones.
«Los estudiantes de hoy tienen acceso a más recursos, pero sigue habiendo deficiencias fundamentales. Entender el tratamiento es una cosa; saber aplicarlo en la práctica real es otra», explica un residente de reumatología en Sermo. Este sentimiento resuena en todas las especialidades, poniendo de relieve la desconexión entre lo que ofrece la educación médica y lo que exige la práctica del mundo real.
Cuando se preguntó a los médicos qué áreas estaban más insuficientemente abordadas en su formación médica, el 21% citó la gestión de la consulta, el 15% las finanzas personales y otro 15% la salud mental y el bienestar. Porcentajes menores pero notables destacaron las deficiencias en las conversaciones sobre el final de la vida (8%), los seguros y el reembolso (13%), y la IA y las herramientas sanitarias digitales (13%).
Estos médicos indicaron que llenan estas lagunas mediante el aprendizaje en el trabajo (40%), recursos en línea (26%), cursos de CME (14%) y estudio independiente (11%). «La mayor parte de lo que aprendí provino de casos reales, buenos colegas y ensayo-error. Creces rápido cuando el sistema no espera a que te pongas al día», recomienda un médico de urgencias.
Aunque algunas facultades integran competencias prácticas, la mayoría de los médicos siguen sintiéndose poco preparados para los retos no clínicos que definen gran parte de sus carreras.
Negocio de la medicina y gestión de consultas
Los médicos están formados para ejercer la medicina, no para gestionar un negocio. Por eso la gestión de la consulta es el área más descuidada, con un 21% de los médicos encuestados. El problema es que entender el negocio de la medicina para los médicos no es opcional; es esencial.
Por ejemplo, el contrato de trabajo que firmas puede ser el documento financiero más importante de tu carrera. Aun así, muchos admiten que entraron en las negociaciones sin comprender apenas los RVU, la cobertura de cola, las cláusulas de no competencia o los pactos restrictivos. La complejidad de los sistemas de seguros, los códigos de facturación y los modelos de reembolso suelen parecer un idioma extranjero.
«La mayor laguna es la gestión sanitaria, o el negocio de la asistencia sanitaria, que quizá sea lo más importante pero falta en la formación formal», observa un patólogo en Sermo.
Sin conocimientos sobre presupuestos, dotación de personal, cumplimiento de la normativa y métricas de calidad, incluso los médicos excelentes pueden tener dificultades para mantener consultas viables. La vertiente empresarial se extiende a la comprensión de la economía sanitaria, los modelos de atención basados en el valor y cómo afectan las decisiones hospitalarias a los flujos de trabajo clínicos.
Para los médicos que buscan llenar este vacío, cada vez hay más oferta de CME para la gestión de consultas. Los recursos para médicos de Sermo ofrecen información dirigida por médicos sobre temas como la gestión de consultas, en la que los médicos pueden encontrar consejos de sus colegas sobre todo tipo de temas, desde la negociación de contratos hasta la optimización de la eficacia de los equipos.
Salud mental, burnout y bienestar del médico
El 15% de los médicos encuestados identificaron la salud mental y el bienestar como una importante carencia formativa. La profesión médica tiene una de las tasas más altas de agotamiento y suicidio, con tasas de agotamiento de los médicos tan altas como el 63% durante la pandemia del COVID-19 y actualmente en torno al 48%.
«Estamos entrenados para identificar y tratar el sufrimiento en los demás, pero a menudo no lo reconocemos en nuestro propio reflejo», comparte un médico generalista en Sermo.
Otro médico generalista lo explica mejor: «El estrés crónico inherente a la práctica médica nos hace más vulnerables, no inmunes. Las largas jornadas, el alto desgaste emocional, la presión para no cometer errores y la falta de equilibrio entre la vida laboral y personal nos llevan a normalizar un estado de agotamiento extremo. Aceptamos el cansancio como parte del trabajo y descartamos las señales de advertencia como debilidades. «No hay tiempo», «forma parte del trabajo» o «otra persona lo necesita más que yo» son frases que se convierten en nuestro mantra, una forma de armadura que nos protege temporalmente pero que acaba consumiéndonos».
Una revisión de 2025 de la Facultad de Medicina de Harvard explica que las tasas de burnout en estudiantes de medicina y residentes aumentan bruscamente durante la formación, pero la formación en bienestar y autocuidado sigue siendo incoherente, lo que ha llevado al Consejo de Acreditación de la Formación Médica de Posgrado (ACGME) a exigir una formación básica en bienestar en los últimos años. La formación médica rara vez ofrece una formación estructurada sobre la gestión del estrés, el equilibrio entre la vida laboral y personal, o el reconocimiento de la depresión y el agotamiento en uno mismo. Rara vez se habla del impacto emocional de la muerte de pacientes, los errores médicos o la exposición constante al sufrimiento.
Los médicos quemados cometen más errores, tienen peores resultados con los pacientes y es más probable que abandonen la medicina. Sin embargo, durante la formación se hace poco hincapié en el equilibrio entre la vida laboral y personal o en el bienestar de la salud mental del médico. Sin embargo, hay esperanzas de cambio. Estudios recientes sugieren un movimiento positivo. Una revisión exhaustiva de 2025 identificó intervenciones exitosas como la tutoría entre compañeros, la escritura reflexiva, los planes de estudios sobre bienestar y el entrenamiento dirigido por el profesorado, lo que pone de relieve la necesidad de una instrucción sobre bienestar sostenida y sistemática en todas las etapas de la formación médica.
Educación financiera y desarrollo personal
El 15% de los médicos encuestados identificaron las finanzas personales y la deuda estudiantil como áreas de formación necesarias. Dado que la media de los licenciados en medicina tiene una deuda de 250.000 dólares, esta carencia es grave.
«Todavía estoy aprendiendo sobre las RVU en la residencia y la jubilación, pero habría estado bien haber explorado más esta opción mientras estaba en la facultad», admite un residente de medicina interna.
Los conocimientos financieros para médicos abarcan estrategias de amortización de préstamos, programas de condonación de préstamos y opciones de refinanciación: decisiones que pueden ahorrar decenas de miles de dólares con el tiempo. Muchos médicos las toman sin orientación durante la residencia.
Más allá de la deuda, los médicos deben comprender las estructuras de remuneración, la planificación fiscal, los ahorros para la jubilación, los seguros y las inversiones. La planificación temprana es importante: contribuir a las cuentas de jubilación durante la residencia genera una riqueza sustancial a largo plazo, aunque rara vez se haga hincapié en ello.
La planificación del patrimonio, la protección de los activos y la elección de la estructura de la consulta requieren conocimientos financieros. Muchos médicos se arrepienten más tarde de las primeras decisiones tomadas sin los conocimientos adecuados.
Sermo ofrece amplios recursos a través de nuestros archivos de planificación financiera, donde los médicos pueden aprender más sobre la negociación de contratos, los negocios paralelos, la planificación de la jubilación y mucho más.
Comunicación y liderazgo
Aunque las facultades de medicina enseñan habilidades de comunicación, sigue habiendo lagunas en la preparación de los médicos para las interacciones en el mundo real.
La formación de los médicos en comunicación con el paciente suele centrarse en la anamnesis y el diagnóstico, pero puede dejar de lado conversaciones matizadas, como el trato con el paciente, los cuidados al final de la vida, la comunicación de malas noticias o la gestión de los desacuerdos familiares.
La investigación demuestra que estas conversaciones sobre «enfermedades graves» se encuentran entre las habilidades más críticas, aunque poco desarrolladas, de la práctica clínica. Los estudios han descubierto que las conversaciones sobre los objetivos asistenciales, como lo que más importa al paciente, sus miedos y las compensaciones aceptables, mejoran la calidad de vida, la satisfacción del paciente y la alineación asistencial, sin aumentar la angustia. Sin embargo, estas conversaciones suelen producirse demasiado tarde en la trayectoria de la enfermedad o son dirigidas por clínicos que carecen de formación suficiente para facilitarlas.
Aunque un liderazgo eficaz es fundamental para optimizar el rendimiento del equipo, mejorar la seguridad del paciente y reducir el agotamiento, muchos estudiantes y residentes reciben una orientación limitada que va más allá de los conocimientos clínicos y técnicos. Pero los mejores líderes sanitarios poseen una mezcla de conocimientos clínicos y habilidades interpersonales.
Seguro y reembolso
El 13% de los médicos seleccionaron los seguros y el reembolso como la parte menos tratada de la formación médica. Comprender estos sistemas va mucho más allá de conocer los tipos de pagadores.
Los médicos deben comprender las autorizaciones previas, los límites de cobertura y cómo defender a los pacientes cuando se les deniega la asistencia. También necesitan precisión en la codificación para un reembolso adecuado y conocer cómo afectan a la retribución los modelos de atención basados en el valor.
Muchos médicos expresan su frustración al luchar contra las compañías de seguros. Saber qué batallas librar y cómo documentar eficazmente son habilidades que se aprenden principalmente a base de ensayo y error.
Estas cargas administrativas, incluidos el papeleo y las autorizaciones, contribuyen al agotamiento y al estrés; sin embargo, la facultad de medicina ofrece poca formación para gestionarlas eficazmente.
Dilemas jurídicos y éticos
El 8% de los médicos encuestados identificaron los dilemas legales y éticos como áreas que la facultad de medicina no les enseñó. Incluso un solo paso en falso puede tener consecuencias que alteren la carrera, ya que el médico medio pasa una media del 11% de sus 40 años de carrera con una demanda abierta por negligencia profesional. Y este ni siquiera es el único riesgo legal al que podrías enfrentarte.
«Un error de documentación o de ética puede perseguir a un médico durante años. Enseñamos la ciencia, pero también deberíamos enseñar cómo protegernos legalmente a nosotros mismos y a nuestros pacientes», subraya un médico de urgencias.
Los cursos de ética médica cubren la teoría, pero rara vez preparan a los médicos para los retos éticos diarios a los que se enfrentan, como los desacuerdos familiares, los conflictos políticos o la revelación de información tras un error. Los conocimientos jurídicos son igualmente limitados: la mala praxis, la documentación, el consentimiento informado y el manejo de citaciones o deposiciones suelen ser autodidactas.
La intersección de la ley y la ética es especialmente compleja en la evaluación de la capacidad, el tratamiento involuntario, la salud reproductiva y la atención al final de la vida. No sólo requieren un juicio clínico, sino también conocimientos jurídicos y normas de procedimiento.
Tecnología, IA y el futuro de la formación
El 13% de los médicos encuestados en Sermo citaron la IA, la tecnología y las herramientas digitales como aspectos desatendidos de la formación médica. Se prevé que esta brecha aumente a medida que la tecnología se integre más en la medicina.
Las historias clínicas electrónicas han transformado la documentación, pero muchos médicos reciben una formación mínima para utilizarlas eficazmente o para realizar la transición de los sistemas de HCE cuando sea necesario. La inteligencia artificial en la asistencia sanitaria ayuda ahora al diagnóstico y la predicción, pero la mayoría de los médicos no comprenden su función ni sus limitaciones.
La salud digital, la telemedicina y la monitorización a distancia están redefiniendo la asistencia. Los médicos deben saber cómo mantener las relaciones con los pacientes virtualmente y evaluar las pruebas que respaldan las nuevas herramientas.
«Hay una tendencia a implantar programas más integradores… pero aún faltan las finanzas, los reembolsos y la salud personal», observa un residente de gastroenterología.
Aunque la educación médica se está adaptando y la EMC extracurricular y la formación en línea están ayudando a colmar lagunas, el ritmo de cambio de los planes de estudio va a la zaga de la innovación en el mundo real, especialmente en el ámbito de la IA y las herramientas digitales.
Puntos clave
A pesar de los avances, los médicos aún se sienten poco preparados para los aspectos no clínicos de la práctica, como la gestión empresarial, los conocimientos financieros, la capacidad de recuperación de la salud mental, las habilidades de comunicación, los conocimientos jurídicos y la tecnología.
La encuesta de Sermo muestra que sólo el 1% de los médicos considera que su formación fue completa y no dejó lagunas. A la pregunta de si los estudiantes de hoy están mejor preparados, el 47% dijo «algo», mientras que el 25% dijo que «ha cambiado poco».
Estas lagunas en la formación subrayan la importancia de la formación práctica de los médicos y del aprendizaje entre iguales. La comunidad Sermo ayuda a los médicos a aprender unos de otros, a hacer preguntas sin juzgarse y a acceder a recursos que abordan retos reales.
La formación médica evoluciona constantemente, pero cada nueva generación de licenciados se enfrentará a retos imprevistos. La cuestión crucial no es si existen estas lagunas, sino cómo las colmarán los médicos. La clave para desarrollar competencias no cubiertas en la facultad de medicina son el aprendizaje entre iguales, la tutoría, los recursos en línea y las comunidades como Sermo.
Únete a Sermo hoy mismo para conectar con compañeros que entienden estos puntos ciegos y pueden ayudarte a iluminarlos para hacer crecer tu carrera y tu impacto.