
Según un sondeo reciente de Sermo, el 56 % de los médicos creen que en su práctica médica se podrían utilizar las sesiones de coaching pre-procedimiento. Sin embargo, el 28 % no tiene claro si sus beneficios superarían las dificultades que supone su implementación.1
Entonces, ¿por qué hay médicos que siguen mostrando reticencias? ¿Y qué recursos y garantías necesitan para aceptar el coaching más abiertamente en su práctica médica?
En este artículo utilizamos los datos de sondeos de Sermo y citas directas de nuestra comunidad de médicos de todo el mundo para conocer el papel cambiante que juega el coaching para médicos en la asistencia sanitaria moderna, su valor tangible y los obstáculos que dificultan su avance.
¿Qué es el coaching pre-procedimiento para los médicos y por qué es importante?
El coaching preproducción, que también se conoce como formación JIT (justo a tiempo), implica dar a los médicos una formación breve y dirigida para procedimientos específicos. Por lo general se imparte justo antes de llevar a cabo una intervención quirúrgica con riesgo especialmente alto o que se hace con poca frecuencia.2
A diferencia de la formación tradicional o los programas de mentoría para médicos, que se centran en la formación a largo plazo o en mejoras generales, el método JIT es a corto plazo y se centra en la tarea específica en cuestión. La formación es dirigida, oportuna y en función de la situación para brindar a los médicos un apoyo inmediato solo cuando más lo necesitan.
La necesidad de JIT viene de que hay muchos médicos que no tienen experiencia ni exposición a procedimientos específicos. En estas situaciones, el 80 % de los médicos de este sondeo de Sermo dijo que la práctica poco frecuente afecta su confianza o su rendimiento:
- El 28 % dijo que les afecta con frecuencia
- El 52 % dijo que ocasionalmente1
En efecto, el coaching pre-procedimiento da un impulso inmediato a la confianza de los médicos en situaciones de alto riesgo. Los resultados hablan por sí mismos:
- Tasas más altas de éxito en el primer intento: un estudio de ejemplo en pacientes pediátricos mostró que los médicos con poca experiencia que recibieron coaching antes de intubar a niños lograron una tasa de éxito en el primer intento del 91,4 %, mientras que sin coaching fue del 81,6 %. De manera similar, los médicos residentes mejoraron del 81,4 % al 93 % con la formación pre-intervención.3
- Disminución de la tensión mental para que se produzcan menos errores: la formación JIT ha demostrado reducir la tensión mental durante los procedimientos estresantes, dando a los médicos más confianza para centrarse.2 En un ejemplo, la formación pre-procedimiento para el guiado por ecografía mejoró las tasas de éxito para el acceso vascular del 56 % al 88 %.4
- Prácticas de trabajo más eficientes: las sesiones de coaching con una duración breve de 10 minutos se pueden integrar en la práctica clínica sin causar retrasos.2 Por ejemplo, los formatos de microaprendizaje, como vídeos u hojas de consejos, han tenido buena acogida por parte del 93 % de los médicos en una encuesta reciente.5
- Ahorro de costes: la formación antes de una operación también ha demostrado reducir las estancias en UCI y los ingresos, lo que puede aliviar la carga en el sistema sanitario más amplio.6
Aunque la formación JIT pre-procedimiento no es un sustituto del valor de la experiencia o la mentoría a largo plazo, es un complemento para ambas ofreciendo un apoyo oportuno cuando más falta hace.
¿Qué tipos de coaching son los más valiosos para los médicos?
Según un sondeo de Sermo, el 45 % de los médicos acepta que la formación pre-procedimiento es más valiosa en los casos de procedimientos de alto riesgo y baja frecuencia, como las intubaciones pediátricas o intervenciones quirúrgicas infrecuentes.1 A menudo se trata de procedimientos en los que los médicos sienten más presión para hacerlos perfectamente, pero no tienen el beneficio de la práctica habitual.
El 22 % de los médicos del sondeo cree que los procedimientos habituales también se beneficiarían de la formación.1 Incluso en las situaciones corrientes, tiene valor para la generación de confianza, garantizar la calidad y reforzar las mejores prácticas. Una reflexión importante que sugieren los datos es que esta demanda indica que hay una necesidad de apoyo no solo técnico, también hay un deseo de tranquilización emocional y responsabilidad profesional.
Las intervenciones de urgencias (20 %) también se destacaron como otra área con un valor alto.1 En situaciones en las que el tiempo es un factor crítico, la rapidez en la toma de decisiones y la precisión en el procedimiento son primordiales. El coaching en estos contextos puede mejorar la preparación y favorecer que se consigan mejores resultados bajo presión.
Curiosamente, el 9 % de los médicos de Sermo destacó áreas no procedimentales como la toma de decisiones diagnósticas y la comunicación con los pacientes como propicias para el coaching.1 Esto es importante porque el rendimiento no se basa tan solo en las habilidades clínicas. Cada vez más, los médicos reconocen la repercusión de las habilidades interpersonales en los resultados y el coaching puede ayudarles con las carencias en estas áreas.
Un miembro de Sermo que trabaja en anestesiología comentó: “Mi hospital no es pediátrico, pero en el servicio de urgencias se puede, en función del grado de urgencia, atender a niños. He intubado a niños cuando trabajaba en un hospital en el que se hacen operaciones ORL, pero era en quirófano, no en urgencias. Me gustaría solucionar esta laguna.7”El comentario refleja la noción de que los médicos quieren dar soluciones a las lagunas en su propia formación. El coaching ofrece un marco solidario y seguro para auto-identificar y abordar estas lagunas, incluso cuando las oportunidades de formación oficial son limitadas.
¿Qué impide la adopción del coaching pre-procedimiento para los médicos?
A pesar de que cada vez hay más ejemplos de sus beneficios, el coaching pre-procedimiento todavía no es una práctica generalizada en la atención sanitaria.
Según un sondeo de Sermo, el principal obstáculo para la utilización del método JIT es una reticencia a cambiar los flujos de trabajo existentes, que fue citado por el 26 % de los médicos.1 Muchas prácticas sanitarias tienen rutinas definidas que, incluso con solo pequeños cambios, se pueden desestabilizar. Esto destaca que la adopción de JIT debe abordarse tanto desde un punto de vista cultural como logístico, y el apoyo para sacar adelante estos programas requiere la aceptación de todo el equipo de atención.
La premura es otra preocupación importante. Dado que el 24 % de los médicos cita lo limitado del tiempo entre procedimientos como un obstáculo,1 es evidente que incluso las intervenciones breves como la formación JIT pueden parecer algo difícil de gestionar en los entornos con un volumen alto. Para que el coaching tenga éxito, debe ser algo rápido, práctico e integrado en los flujos de trabajo existentes; no debe ser una carga adicional.
También hay una escasez de coaches con formación. Uno de cada cinco médicos dijo que la falta de médicos experimentados para ofrecer la formación es un factor limitante1. Aunque la demanda está ahí, la infraestructura no está disponible, y esto destaca la necesidad de ofrecer formación de coaches oficial o alternativas digitales escalables.
El coste y el escepticismo también juegan un papel. Al 19 % de los médicos de Sermo les preocupa la asignación de recursos y el 11 % tenían dudas en relación con la eficacia del coaching.1 Sin resultados claros basados en la evidencia, los responsables de las decisiones pueden tener dificultades para justificar la inversión.
Como dijo un médico de familia miembro de Sermo, “Creo que el coaching podría mejorar los resultados, pero la experiencia hace que tengas soluciones cuando se producen situaciones realmente difíciles.7” Para muchos, el coaching puede ofrecer una forma de ampliar esa experiencia de forma segura y apoyar una toma de decisiones más competente y con más seguridad en los momentos más importantes.
¿Cómo se puede implementar el coaching pre-procedimiento para que sea más efectivo?
Para introducir correctamente el coaching JIT (justo a tiempo) es necesario disponer del soporte estructural necesario. Cuando preguntamos qué podría ayudar a que el coaching fuera más viable, los médicos de Sermo tenían claras las respuestas:
- Programas para la formación de coaches (27 %)1: hay suficiente demanda para que tenga una estructura más oficial. A los médicos experimentados no les vale solo con la experiencia técnica, también necesitan saber cómo impartir la formación de manera efectiva.
- Flexibilidad de la programación (21 %)1: si no tiene un tiempo dedicado, el coaching no es más que una ambición. Disponer de «tiempo protegido» podría permitir su adopción en la práctica sin interrumpir la prestación de la atención.
- Datos basados en la evidencia y de los resultados (22 %)1: hay más médicos que quieren ver los datos concretos sobre su rentabilidad y los resultados en los pacientes. La generación de estos datos es fundamental para conseguir un apoyo institucional más amplio.
- La tecnología como suplemento (16 %)1: las herramientas de formación virtuales y el apoyo basado en IA son bienvenidas, pero de momento no son una solución central. Se ven como un complemento útil para el coaching impartido por humanos.
- Cambios en la política de la organización (13 %)1: la cultura y la política deben estar alineadas. El coaching no prosperará si se deja en manos de la motivación individual, solo lo hará cuando sea una prioridad a nivel organizacional.
Desde la formación de los coaches y la asignación de tiempo hasta la demostración de resultados medibles y la incorporación del coaching en las políticas, el camino hacia el éxito radica en tratar el coaching como un componente crítico de la práctica clínica. Con la infraestructura adecuada, el coaching puede convertirse en una herramienta escalable y sostenible para mejorar el rendimiento, la confianza y la atención al paciente.
Conclusiones
El coaching pre-procedimiento está surgiendo como una respuesta práctica a las presiones diarias a las que se enfrentan los médicos, especialmente cuando el tiempo es limitado, para procedimientos poco frecuentes y para ayudar con la carga emocional de las decisiones de alto riesgo. Cuando se hace bien, el coaching mejora la confianza, reduce los errores, se ajusta a los flujos de trabajo existentes e incluso reduce los costes.
Sin embargo, muchos médicos aún no lo han introducido en su trabajo. ¿Por qué? Este tipo de formación aún no cuenta con el apoyo institucional generalizado que necesita, y mientras no haya líderes con formación, tiempo protegido y datos que demuestren su valor, su posición seguirá siendo limitada. Estas dificultades no son una resistencia al concepto, es más bien la falta de estructuras para que se vea como una opción realista.
Con la configuración adecuada, la formación JIT puede apoyar, no interrumpir, la capacidad de los médicos para atender a sus pacientes. Puede ser el tipo de intervención sosegada que ayude a un médico con menos experiencia a tener éxito en una intervención poco frecuente o la confirmación que necesita un médico experimentado en un momento de alta presión.
En una profesión basada en la confianza, la preparación y la precisión, el coaching pre-procedimiento ofrece una vía clara hacia una práctica más convencida y más segura. Como dijo un médico de familia, el coaching pre-producción «me parece que es de sentido común.7”
Únete a la conversación en Sermo
Únete a más de 1 millón de médicos de todo el mundo en Sermo: una comunidad privada y verificada en la que los médicos comparten sus experiencias de la vida real, debaten las prácticas clínicas y conforman el futuro de la medicina.
Los médicos pueden probarlo desde hoy mismo: empieza a contribuir con tus reflexiones a través de encuestas, estudios de casos y conversaciones sobre temas de actualidad con médicos de todo el mundo.
Footnotes
- Sermo, 2024. Sondeo de la semana, volumen 230: A favor del «coaching»: las lecciones que puede aprender la medicina de los quarterbacks y las estrellas del pop [Sondeo]. Comunidad de Sermo.
- BMJ Group, 2024. Coaching trainees just before a procedure could improve patient safety.
- Flynn S G, Park R S, Jena A B, Staffa S J, Kim S Y, Clarke J D et al. Coaching inexperienced clinicians before a high stakes medical procedure: randomized clinical trial BMJ 2024; 387 :e080924 doi:10.1136/bmj-2024-080924
- W. Schummer, J. A. Köditz, C. Schelenz, K. Reinhart, S. G. Sakka, Pre-procedure ultrasound increases the success and safety of central venous catheterization, BJA: British Journal of Anaesthesia, Volume 113, Issue 1, July 2014, páginas 122 a 129
- 314e Corporation, 2024. The Ultimate Guide to Just-in-Time Training for Healthcare Leaders.
- Ng SX, Wang W, Shen Q, Toh ZA, He HG. The effectiveness of preoperative education interventions on improving perioperative outcomes of adult patients undergoing cardiac surgery: a systematic review and meta-analysis. Eur J Cardiovasc Nurs. 2022 Aug 29;21(6):521-536. doi: 10.1093/eurjcn/zvab123. PMID: 34964470.
- Miembro de Sermo, 2024. Comentario en sondeo de la semana, volumen 230: A favor del «coaching»: las lecciones que puede aprender la medicina de los quarterbacks y las estrellas del pop [Sondeo]. Comunidad de Sermo [Foro online privado].